Juan Severo
no conoce
la estrategia de la alegría
porque desde siempre ha pensado
que reír es cosa tonta
sin ningún valor
casi
casi
un acto de cobardía
y se la pasa gritando como loco
haciendo cara de demonio al día
y cuando escucha a la gente
que pasa alegre
cantando el milagro de estar en la vida
se encoge de hombros
arruga la cara
y dice tan sólo
!Vaya gente vacía¡
Y así
Juan Severo
pasa el tiempo como una pena
y se hace viejo poco a poco
sin conocer la sonrisa
no sabe del amor
no sabe de canciones
ni de la luz del día
Juan Severo
continúa como siempre
convencido del cielo
convencido del infierno
convencido del valor de la violencia
ajeno a todo aquello
que no sea
retorcerle el cuello a la vida.
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