Cómo me duele el hombre
en su loca carrera
rumbo a la nada
creyendo ser eterno
concreto
infinito
cada día más perdido
más ciego
más abrumado
de soledades profundas
Cómo me duele
este triste
constructor de guerras
dilapidador de sueños
consumidor empedernido
de angustias ajenas
No he podido entender
por qué pagué el viaje
para venir
a este pequeño lugar del infierno
que llamamos tierra
no sé en qué momento
decidí gastar parte de mi esencia
en disfrazarme de materia
y habitar un cuerpo humano
Yo creo que allá
en casa
alguien me aconsejó mal
o me gastó una broma
y me impulsó a decidirme
por visitar estos lugares
habitados por seres ambiciosos
que más que dioses
parecen demonios
disfrazados de palomas
Menos mal que pronto
acabará este viaje
aunque
a decir verdad
he aprendido muchas cosas
sobre el desorden
el caos
la violencia
y mil instantes tristes
que viven los hombres
en medio besos y asombros
de abrazos y risas
que se marchitan
ajenos a la eternidad
que debieran tener
por ser asunto de dioses.
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