Te acuerdas
venías buscando
sin buscarme
y yo caminaba
sintiéndome pequeño
en un universo tan grande
De pronto
tus ojos
y mis ojos
empezaron a mirarse
y tus manos
y mis manos
comenzaron a buscarse
Caminamos conversando
sin saber siquiera
cómo nos llamábamos
y sintiéndonos ser niños
caminamos por el aire
jugando a ser grandes
saltamos
reímos
hasta nos compramos un helado
para ti de fresa
el color de tus pocos años
para mí
ron con pasas
licor y arrugas
para un poeta
que mucho ha caminado
Después
después te fuiste
pero no
no te fuiste
te me quedaste
sembrada en el recuerdo
muchacha de una tarde
y no sé dónde estás
y no sé cómo nombrarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario