lunes, 28 de noviembre de 2016

TARDEANDO CUENTOS 1

El hombre de largas bravas verdes emergió del agua, después de cien años de no visitar la superficie. Nadó trabajosamente entre botellas de vidrio y empaques plásticos y corchos y maderos viejos y manchas de aceite y mil y mil más testimonios de la técnica y el progreso.

Caminó y caminó durante años, sin encontrar señal de vida alguna.

Al cabo del tiempo llegó nuevamente a la playa en la cual emergiera. Dos lágrimas enormes fueron a engrosar  el océano, sepulto por la huella de la locura humana.


Se sentó en silencio a ver morir la tarde y de sus barbas escurría una babaza extraña, mezcla de dolor y de vergüenza.

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