Santiago
el policía
Vive
triste
Por
el hambre de los hijos
Tan
igual al hambre
De
los criminales
Que
persigue cada día
El
salario no le alcanza
Y la
vida es estrecha
Y el
hambre sonríe
Sentada
en la mesa vacía
Quisiera
representar
Una
autoridad justa
Y
ser el guardián de la alegría
Pero
tiene que controlar
A
los que por hambre y miseria
Toman
a las malas
Dinero
Comida
Y
cuanta cosa
Se
pone al alcance de sus manos
Piensa
en sus hijos
Que
mañana morirán bajo las balas
De
una autoridad cualquiera
Cuando
la vida les muestre
Las
garras
Los
dientes
Y la
cara de fiera
Santiago
el policía
Vive
triste
En
la oscuridad de su buhardilla
Solloza
en silencio porque sabe
Que
defiende unas leyes
Que
le atacan
Y le
amargan la vida.
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