El
día
En
que al fin estallen las bombas
De
nada le valdrá al juez su autoridad
Ni
al agiotista el haber recogido toda la ganancia
Ni
al lustrabotas toda una vida dando brillo al cuero
Ni
al sacerdote sus dineros ni reliquias
Ni a
los niños el ser dueños de la inocencia
Todos
quedaremos estáticos
Igualados
por la muerte
Tendrá
poca importancia
El
haber sido un orate
O un
médico
O un
vendedor de promesas
O un
funcionario corrupto
Todos
quedaremos estáticos
Igualados
por la muerte
Nadie
verá la mueca de sorpresa
Ningún
dios recibirá las promesas de los arrepentidos
Ni
las últimas oraciones sollozantes
Los
rostros desfigurados por la contaminación
Quedarán
Con
los ojos desorbitados
Mirando
hacia la misericordia de todos los cielos
Los
soldados morirán por escuadrones
Y
sobre sus cadáveres descansarán
Olvidados
de todos
Los
cuerpos muertos de las palomas y los insectos
Las
mujeres encinta
Abortarán
a causa del terror
Y
los fetos caminarán sobre la tierra
Con
sus monstruosidades agonizando
Bajo
el peso de los átomos
Los
niños buscarán las manos seguras de sus mayores
Pero
sólo hallarán los huesos calcinados
De
aquellos que fueron para ellos
Como
dioses imposibles de emular
El
día
En
que al fin estallen las bombas
No
vendrá acompañado de signos estelares
Ni
cábalas misteriosas y oscuras
El
sol saldrá como siempre
Con
la esperanza de contemplar al fin
La
paz entre los hombres
Los
vendedores de periódicos
Madrugarán
como siempre
A
repartir las noticias frescas
Las
gentes que reparten el pan
Y la
leche
Y
las esperanzas
Y
las verduras
Y
los sueños
Irán
por la calle
Con
su canción de alimento
Y en
todas las pizarras
Comenzarán
a dibujarse las letras
En
su lucha perpetua
Por
dar constancia de la existencia del hombre
Las
muchachas despertarán sonrientes
Tras
los amores soñados
Y
sembrarán alegrías
En
los huertos del alma
En
el verde infinito que habita la mañana
Todos
quedaremos estáticos
Igualados
por la muerte
Y no
habrá quien llore sobre las ruinas de la tierra
Solo
quedará el sol que mirará asombrado
La
gigantesca columna de humo
Y el
color gris de la tierra muerta.
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