Hombres
de todos los días
Amigos
de rostro triste
Repartidor
de noticias
Vago
de las equinas
Cazador
de especies extintas
Agiotistas
de la justicia
Seres
normales
Que
transitan cualquier calle
Gentes
de ahora
Hombres
de todos los días
¿Qué
fuerza nos mantiene atados
A
las máscaras
Que
nos ponemos cada día?
No
sería mejor dejar lejos
Un
día
El
saco y la corbata
El
uniforme raído
Las
ropas de trabajo
Y la
imagen que tenemos de nosotros
Cuando
cubrimos nuestro cuerpo
Con
trajes inútiles
Que
nos disfrazan de autómatas
Y
nos marcan los pasos
No
sería mejor dejar lejos
Un
día
El
reloj de las ocho en punto
Y la
cita para alimentarnos
A
las siete de la mañana
A
las doce del medio día
Y a
las siete menos diez al caer la noche
No
sería mejor dejar lejos
Un
día
El tedio
a todo lo que nos rodea
Por
el solo hecho de sentirnos solos
Dejar
lejos
La
seguridad del techo de siempre
Y de
las tres comidas
Y de
la pijama blanca
Con
olor a sueños prestados
En
la taquilla de la oficina
Y
ponerle una camisa al viento
Y
salir persiguiendo la tarde
Con
una sonrisa en los labios
Y
toda la libertad por delante
Como
cuando éramos niños
Y
sólo nos bastaba
Caminar
a través del tiempo
Descubriendo
los caminos ocultos
Tras
la sombra de cada segundo
No
sería mejor
Olvidarnos
de las noticias de las nueve y treinta
Iguales
a las de las siete en punto
Pero
con el suceso corriente
De una nueva guerra
En
algún lugar oculto
De
este pequeño planeta
No
sería mejor dejar lejos
Estas
historias absurdas
Que
tejemos a diario los hombres
E ir
por todos los caminos
Disfrutando
el hecho mágico
De
ser simplemente habitantes de la vida.