A
cada momento estamos
Como
hiriéndonos
Como
volviéndonos ajenos
Y
ausentes
Tus
ojos me miran de soslayo
Cuando
paso camino a mis libros
Y yo
sin mirarte te miro
Y
siento ese frío indescifrable
Que del
alma
Te
emerge a las pupilas
El
día nos separa
Y
los recuerdos nos reconcilian
No
amamos por teléfono
Y
soñamos que al fin
La
vida vuelve a ser
Como
un río claro
De
apacibles riberas de arena blanca
Pero
al caer la noche
De
nuevo nos hieren las palabras
Que
nunca pronunciamos
Y el
silencio vuelve
A
hacerse dueño de la nada
Estamos
cada noche
Juntos
Compartiendo
esta ausencia
En
los gestos y las miradas
Tú
sueñas tus asuntos
Que
no quiero imaginar siquiera
Yo
pienso que es triste
Tenerte
a mi lado
Y
saber que no te tengo
Y me
quedo dormido
Inventando
a la tristeza un verso
Estamos
todo el tiempo
Como
hiriéndonos profundo
Como
volviéndonos enemigos
Y la
vida se ha vuelto lenta
Ya
no me queda siquiera la esperanza
De
ver nacer el día
Bajo
el mismo sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario