El
viejo José
camina
su camino de telares
viejos
y mal pagos
camina
su hijo universitario
camina
la sombra de su trabajo
Madruga
y trabaja y reniega
comiendo
noticias viejas
y
esperanzas nuevas
El
viejo José todavía sonríe
cuando
a lo lejos
se
elevan las cometas
galopando
en el viento
y aún
canta en las tardes
reposando
su cuerpo
Conoce
gentes
igualmente
cansadas de trabajar
de no
tener una esperanza
de no
tener un sueño
de
haber matado el amor
cuando
apenas era una flor
sembrada
en el vientre
de una
paloma blanca
encinta
y llena de ilusiones.
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